De vagabundo por el Mundo

Creo que todas las despedidas son difíciles y un poco tristes, lagrimeamos, nos podemos nostálgicos, nos reímos, nos abrazamos, nos sonreímos, nos apretujamos. Todas estas son señales de que queremos a la otra persona y le deseamos lo mejor en la etapa que esté emprendiendo…  Hoy (26/01/19) nos despedimos de Los Feippe, a quienes conocimos en Piriápolis e hicimos un click instantáneo. Nos comentaron que habían salido el mismo día que nosotros para emprender este viaje y que pronto se iban a ir a La Paloma, entonces decidimos seguirlos. Allí estuvimos unos días hasta que partieron para Montevideo y luego de unos días de recorrer la Paloma, pasar por el Chuy y volver a Uruguay, decidimos ir con ellos a Montevideo. Los niños jugaron todos los días por dos semanas seguidas, yendo a la playa, divirtiéndose, riéndose, compartiendo historias, enojos rápidos, juguetes, experiencias. Y los grandes también, compartieron comidas, charlas, consejos, risas, experiencias, vivencias, recetas,

No todo es color de rosa, y nosotros lo sabíamos desde el momento uno en que decidimos empezar con este proyecto. El viaje empezó como una idea lejana que fue hablada y debatida entre todos los miembros de la familia. Luego recién en 2017 decidimos concentrarla finalmente, cambiando a los chicos de colegio por uno a distancia,- que gracias a Dios Argentina es uno de los pocos países que lo ofrece-, también compramos el camión de bomberos y comenzamos a armar la estructura que iría pegada a este, que llamaríamos casa. Hoy, sábado 15 de septiembre pensábamos salir para nuestro primer destino por un tiempo, Uruguay.  ¿Qué pasó, se preguntarán? Gaby, nuestro papá, buscó a Cintia, nuestra mamá, por casa para ir a hacerle la VTV y así luego poder irnos. Pero cuando salieron a probar el camión, la palanca de cambio se trabó y no se podían pasar los cambios. Así que, concluimos que el lunes iríamos al mecánico a poder arreglar esto.  Obviamente no nos gustó nada la idea, y te tira un